Cinthia Viani Abad es la única docente y encargada de la Escuela Pampa Guanaco de la comuna de Timaukel, ubicada en Tierra del Fuego, en la Región de Magallanes.

En el poblado no viven más de 20 personas, razón por la que la escuela es un centro importante para el desarrollo de la comunidad. La ciudad más cercana es Cameron, ubicada a una hora en auto, donde viven unas 120 personas y que no cuenta con servicios como farmacias o supermercados, por lo que sus habitantes deben abastecerse en Porvenir, a 150 kilómetros de distancia, o en Río Grande, en Argentina, a 80 kilómetros.

Si bien el año 2019 el año escolar se inició con una sola alumna, Belén, al finalizar subió la matrícula a tres estudiantes. Este año, por la pandemia, se mantuvo la mayor parte del tiempo cerrada.

La experiencia de esta escuela en la implementación del Programa Educativo Integral en Eficiencia Energética es del año 2018, alcanzando a finalizar la etapa 2 con buenos resultados.

Si bien su principal desafío es luchar contra el aislamiento y el clima (nieva en invierno), un tema relevante para la comunidad es la energía, ya que no cuentan con acceso a tendido eléctrico.

“Cuando llegué, la escuelita funcionaba a través de un motor que generaba la electricidad, por lo que tuvimos una conversación con la comunidad acerca de las energías sostenibles, y logramos tener un proyecto de energía eólica, que ahora está funcionando”, relata la docente, al iniciar la entrevista.

¿Qué importancia tiene la inclusión de temas de sostenibilidad energética en la educación básica de los estudiantes?
Lo más importante es la conciencia ambiental. Estamos en un lugar totalmente natural, donde se puede observar la naturaleza salvaje, entonces nos preguntamos de qué manera podemos coexistir con esto. La primera pregunta que te haces al llegar a este lugar y encontrarte con un motor para generar electricidad es: ¿por qué no se usan energías renovables, como eólica o solar? Todos esos cuestionamientos, que hacen los estudiantes también, nos llevan a cuidar más nuestro medio ambiente y a tener una forma de vivir más consciente.

¿Considera que el kit con material educativo fue de utilidad para planificar y llevar a cabo sus clases? ¿Por qué?
Sí, me sirvió mucho; de hecho, desarrollamos actividades como el horno solar, que resultó bastante divertida. Tomamos la temperatura, cocimos unos huevos y nos dimos cuenta de que podemos sobrevivir con el sol.

También obtuvimos biogás desde la basura, en una botella que simula un mini biodigestor. A pesar de que no nos prendió la velita, fue interesante conocer el proceso de cómo la materia orgánica se descompone y cómo se produce el dióxido de carbono y combustiona a metano, entre otras cosas.

¿Qué tipo de actividades recomendaría a otros docentes para implementar con sus estudiantes? ¿Por qué?
Todos los proyectos que sean prácticos para trabajar con los niños me parecen super interesantes, sobre todo lo que tiene que ver con energías renovables. Se los recomiendo a todos los docentes.

Ustedes implementaron medidas de gestión energética en el establecimiento. ¿Cree que tuvieron algún impacto en el aprendizaje de los estudiantes?
El tema de apagar las luces no tenía mucha relevancia, porque teníamos el motor encendido, pero se reforzó el tema para que lo hicieran en sus casas. En cambio, el uso eficiente de la leña sí fue importante. Además, cambiamos las ventanas por termopanel e instalamos energía eólica, los que fueron grandes pasos para la escuela.

 ¿Cómo reaccionaron los padres y apoderados al programa educativo?
Acá existe conciencia de este tema por el aislamiento. Muchos viven en estancias y no cuentan con electricidad. Es un problema constante el tema energético, ya sea por el ruido del motor o por el petróleo, entonces siempre está la opción más sostenible, que es ocupar energías renovables. Los apoderados siempre piensan en potenciar la energía solar u otro tipo de energía renovable.

¿Cree que la implementación de este programa logró un cambio de pensamiento y de conducta en sus estudiantes?
Sí, más que nada conocer, reconocer, diferenciar y cuestionar el tema de la energía. Hubo una reflexión de parte de los niños acerca del tipo energía que van a consumir en sus casas.

A su juicio, ¿cuáles son las claves para tener una educación más sostenible energéticamente?
Una de las claves es ver y mostrar a los estudiantes los contras de las energías no renovables, tanto en términos de la contaminación que generan como del impacto en el medio ambiente que produce su uso.

¿Qué destacaría de la implementación del programa educativo y qué recomendaría para mejorar el programa?
Lo que me gustó son las guías prácticas para los estudiantes, porque traen actividades experimentales que podemos hacer, y podemos definir conceptos. Les gustaron mucho a los estudiantes y los motivó a aprender más.

Quizás mejoraría en incorporar alguna herramienta tecnológica al establecimiento; ahora que con la pandemia estamos haciendo clases virtuales, sería muy positivo.

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