El sector energético se convierte en el mayor protagonista cuando hablamos de mitigación, pues más de un 75% de las emisiones de GEI están asociadas al uso de combustibles, y un 80% de éstas se podrían evitar a partir del uso más eficiente de la energía y la mayor penetración de las energías renovables.

Por Ignacio Santelices, director ejecutivo de la Agencia de Sostenibilidad Energética.

Probablemente, el mayor desafío de la humanidad hoy es enfrentar el cambio climático, del cual ya estamos empezando a ver las primeras consecuencias en nuestro país y en el resto del mundo, con eventos climáticos extremos cada vez más frecuentes.

El cambio climático está lejos de ser solo un desafío ambiental, es también un enorme desafío económico y social. Los impactos asociados a la pérdida de infraestructura pública y privada producto de eventos extremos, el cambio en el uso del suelo, desplazamientos de la población, entre muchos otros, tendrán enormes –y aún no medidos– efectos en la calidad de vida de nuestras comunidades y en la productividad y competitividad de nuestra economía.

En este sentido, el enfoque en torno al cambio climático debe ser amplio, abordando todos los sectores que se verán afectados por éste, además de aquellos que pueden influir para mitigar sus efectos.

Es así como el Sector Energético se convierte en el mayor protagonista cuando hablamos de mitigación, pues más de un 75% de las emisiones de GEI están asociadas al uso de combustibles, y un 80% de éstas se podrían evitar a partir del uso más eficiente de la energía y la mayor penetración de las energías renovables.

En Chile, estamos transitando a paso firme por la senda de la sostenibilidad energética y, si bien aún hay mucho por hacer, hemos tenido grandes avances como la entrada masiva de energías renovables, especialmente eólica y solar; los avances en eficiencia energética; la electromovilidad; el plan de descarbonización de nuestra matriz eléctrica; entre otros.

En el año en que estamos preparando la COP 25, a realizarse en enero de 2020 en nuestro país, el sector energético chileno tiene la oportunidad única de mostrar al mundo que, para un país en desarrollo, avanzar en la senda de la sostenibilidad energética y combatir el cambio climático, puede ir de la mano con mejorar la calidad de vida de sus habitantes y de aumentar la productividad y competitividad de la economía.

Fuente: La Tercera

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