Aún quedan algunos desafíos por concretar en términos de electromovilidad como lo establece el propio Gobierno y que son el tener la capacidad de stock que alimente la potencial demanda de vehículos para los distribuidores y contar con equipos que cumplan con las exigencias eléctricas y de seguridad de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), además de generar valor para las empresas con esta transición y hacer más visibles las oportunidades de negocio para nuestro pequeño, mediano y gran empresariado.

El compromiso de la Ruta Energética 2018-2022 es aumentar al menos 10 veces el número de vehículos eléctricos hacia 2020. Asimismo, todo el transporte público está pensado que sea eléctrico de aquí al 2040. Este ha sido el discurso sostenido del Gobierno respecto a las nuevas modalidades que se impondrán en nuestro parque automotriz en un futuro relativamente cercano y que pretende minimizar fuertemente la contaminación provocada por nuestros vehículos.

El año pasado se redactó un documento donde se establecen compromisos concretos para aumentar la oferta de vehículos eléctricos en Chile, y la disponibilidad de estaciones de carga para vehículos eléctricos; impulsar el desarrollo de proyectos de investigación en el ámbito de la electromovilidad y el desarrollo de capital humano en torno a ella; aportar información a la plataforma de electromovilidad del país, y participar en instancias de colaboración público-privada.

“Hemos visto crecer el interés por la electromovilidad fuertemente en los últimos dos años. En diciembre de 2017 se firmó el primer acuerdo público privado por la electromovilidad donde 20 instituciones se comprometieron para avanzar en la implementación de esta tecnología. Un año después, a fines de 2018, vimos casi al doble de instituciones (38) que se comprometieron con medidas concretas que están siendo ejecutadas durante 2019, tales como el incremento de la red de estaciones de carga para vehículos eléctricos, el primer bus interurbano del país, diversas instancias de formación y difusión e incluso el primer cargador bidireccional de América Latina, que se encuentra en nuestra Casa de la Sostenibilidad”, sostiene Gabriel Guggisberg, especialista de Electromovilidad de la Agencia de Sostenibilidad Energética (AgenciaSE).

Aún quedan algunos desafíos por concretar en términos de electromovilidad como lo establece el propio Gobierno y que son el tener la capacidad de stock que alimente la potencial demanda de vehículos para los distribuidores y contar con equipos que cumplan con las exigencias eléctricas y de seguridad de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), además de generar valor para las empresas con esta transición y hacer más visibles las oportunidades de negocio para nuestro pequeño, mediano y gran empresariado.

Por otro lado, los expertos en tecnología en esta área estiman que los esfuerzos deben dirigirse a trabajar en partes y piezas de los vehículos, mejorar el almacenamiento de las baterías, el control de los flujos de energía e integración, y el manejo de datos, pilares en los cuales se busca avanzar para que el país pueda hacer su propio aporte en desarrollos tecnológicos.

En este sentido, la AgenciaSE propuso algunas iniciativas que ya tienen en marcha. Están implantando el nuevo sistema V2G, que permite cargar la batería de un auto eléctrico, y también permite extraer energía desde la batería del auto eléctrico para que ésta sea utilizada por la fuente de consumo más cercana. Junto con esta disposición están acercando la electromovilidad a la ciudadanía, con el desafío de recorrer 5.000 kilómetros eléctricos. Desde mayo a diciembre de 2019, están visitando distintas localidades, mostrando el vehículo y explicando su funcionamiento a quienes decidan participar. En la misma línea, el Programa de Aceleración de Electromovilidad y la Electromovilidad en 5 pasos están dirigidos principalmente a los municipios y gobiernos regionales que buscan apoyar en forma integral el desarrollo de proyectos de electromovilidad.

Buses para Santiago

En el marco de la constante renovación de los buses que operan en el sistema interconectado de transporte público de Santiago, el Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones logró traer 200 buses eléctricos a operar en la capital. Estos buses vienen a cumplir con el requerimiento de las nuevas licitaciones, las que exigen incorporar buses de nuevas tecnologías en reemplazo de los convencionales buses diésel.

“En este sentido, los pasos que nuestro país ha dado para avanzar en la incorporación de esta tecnología son los que tienen más sentido: enfocarse en los vehículos que recorren una mayor cantidad de kilómetros al año y al mismo tiempo en los que mueven una mayor cantidad de pasajeros. Es aquí donde nuestro país obtiene los mayores beneficios, tanto en disminución de emisiones como en eficiencia energética”.

“El mayor desafío en el cumplimiento de la meta trazada no es alcanzar la cantidad de vehículos eléctricos comprometidos, sino que el desarrollo de los proyectos de electromovilidad sean exitosos y beneficiosos para el país, de tal manera que la penetración de esta tecnología más allá del 2022 pueda ser realmente acelerada y aportar de esta manera en forma significativa a las metas de descarbonización del país, a la disminución de la dependencia energética, a la saluda de la población. En la medida en que nuestra matriz eléctrica provenga cada vez en una mayor proporción de energías renovables, se multiplicarán estos beneficios”, señala Cristina Victoriano, jefa de Transporte de la Agencia de Sostenibilidad Energética.

Gabriel Guggisberg de la misma agencia reflexiona: “Con esta experiencia esperamos demostrar que la electromovilidad está más cerca de lo que creemos y que bajo una perspectiva integral es posible comenzar la transformación tecnológica del transporte”.

Fuente: El Mercurio

Comentarios no disponibles