Su objetivo fue demostrar la factibilidad técnica de implementar buses urbanos de hidrógeno en el Sistema de Transporte Público Metropolitano RED. Para esto, se analizó esta implementación en tres recorridos distintos. “En términos económicos, se espera que la competitividad de los buses de hidrógeno, en relación con los buses de combustión interna y eléctricos de batería, se alcance antes de 2030, siendo uno de los primeros sectores en alcanzar el punto de inflexión entre los distintos tipos de tecnologías”, sostuvo el biministro Jobet.

A partir del Acuerdo Público Privado de Electromovilidad 2021, impulsado por el Ministerio de Energía, la Unidad de Tecnologías del Hidrógeno de la Pontificia Universidad Católica elaboró un estudio sobre la aplicación de hidrógeno como combustible en el transporte público.

Su objetivo fue demostrar la factibilidad técnica de implementar un bus urbano de hidrógeno en el Sistema de Transporte Público Metropolitano RED. Para esto, se analizó esta implementación en tres recorridos distintos.

Entre los principales resultados del estudio, se demostró la factibilidad técnica de la implementación de buses de hidrógeno en el Sistema de Transporte Público Metropolitano RED, específicamente en los recorridos 506, 424 y 104.

Se mostró, además, que, en la actualidad, existe oferta comercial por parte de los proveedores de buses de hidrógeno que cumple con los requerimientos asociados a potencia y autonomía requerida para que sean implementados en la ciudad de Santiago.

El biministro Juan Carlos Jobet destacó que “esta es la década en la que consolidaremos a Chile como país de energías limpias. Con la electromovilidad y el hidrógeno verde estaremos limpiando nuestras ciudades, mejorando la calidad de vida de los chilenos, aportando a la competitividad de nuestras industrias y, al mismo tiempo, ayudaremos a frenar el cambio climático”.

Agregando que, en particular, “el uso de hidrógeno verde en buses aportará a la descarbonización del sector de transporte. Además, esperamos que sea competitivo de forma temprana, respecto a otros usos. En términos económicos, se espera que la competitividad de los buses de hidrógeno, en relación con los buses de combustión interna y eléctricos de batería, se alcance antes de 2030, siendo uno de los primeros sectores en alcanzar el punto de inflexión entre los distintos tipos de tecnologías”, sostuvo el biministro Jobet.

El estudio, llamado “Evaluación técnico-económica implementación bus de hidrógeno en Sistema de Transporte Metropolitano”, contó con el apoyo del Ministerio de Energía y Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones.

Gloria Hutt, ministra de esta cartera, destacó al respecto que “Chile ha vivido una transformación muy positiva con la incorporación de energías limpias en el transporte público. Ya vivimos la implementación de buses eléctricos en Santiago, pronto se sumarán distintas regiones, y ahora nuestro foco también está en incorporar, gradualmente, vehículos a hidrógeno, a través de planes piloto. Como país tenemos un compromiso muy grande con la modernización del sistema de transportes, poniendo por delante el cuidado del medio ambiente y el mejoramiento en la calidad de vida de la ciudadanía”.

En esta línea, el estudio destaca también que la aplicación de hidrógeno en el transporte público favorece la generación de interacción entre la sociedad y esta nueva tecnología, con el fin de promover el uso de energías limpias en la ciudadanía y favorecer el conocimiento de las personas sobre hidrógeno.

Conoce los resultados del estudio aquí.

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