En el marco de la Ley de Eficiencia Energética, son cada vez más las empresas que avanzan en una adecuada gestión, impactando no solo en sus operaciones, sino en un contexto global marcado por el cambio climático.

Chile tomó el compromiso voluntario de ser carbono neutral al año 2050 y la eficiencia energética responde en un 7% a ese plan. Así lo señala Pablo Monsalve, consultor senior de Servicios de Sostenibilidad de EY, para explicar por qué su gestión es importante.

“La gestión de energía es fundamental si se busca optimizar aceleradamente el uso, consumo y la eficiencia energética dentro de una organización, además de apuntar hacia la descarbonización de la matriz energética mediante la implementación de prácticas y medidas de corto y mediano plazo, relacionadas con un efectivo control operacional y la incorporación de tecnologías eficientes y bajas en emisiones”, señala. Un proceso que antes era considerado como una estrategia económica, pero que se ha vuelto un pilar clave de sustentabilidad y productividad, promovido en gran parte por la Ley 21.305 de Eficiencia Energética, en vigencia desde 2021.

Para Joselyn Ramírez, profesional de Industria y Minería de la AgenciaSE y encargada del programa de implementación y certificación de SGE, “una correcta gestión radica en desarrollar una cultura de la conciencia y el cuidado con relación al uso de la energía, que sea comprendida por todos los miembros de una organización”, algo que debe alejarse de “medidas de eficiencia energética puntuales o efímeras”.

Desarrollar un trabajo en esta línea además tiene “una relevancia en el aspecto financiero, que a largo plazo, también es positivo para las organizaciones”, dice Rafael Pardo, gerente de Excelencia Operacional en SMU. A su juicio, este tema tomó vuelo con la pandemia y en el marco de la ley 21.305, cuya implementación, orientada bajo el estándar ISO 50001, genera “un marco para que las compañías trabajen en la misma línea” y con un “idioma común”.

Para Carolina Soto, managing director de Atia Consultores, algunas grandes empresas han desarrollado la gestión de la energía “de una forma más madura”, para lograr las metas de sostenibilidad establecidas por la misma organización. No obstante, con la Ley “ha ocurrido un cambio y cada vez son más las empresas que han decidido emprender el camino de la gestión de la energía de una forma más sistemática”, añade.

Fuente: Diario Financiero

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